lunes, 3 de mayo de 2010

Relato de Ambrose Bierce: Una noche de verano

UNA NOCHE DE VERANO

El hecho de que Henry Armstrong estuviera enterrado no era motivo suficientemente convincente como para demostrarle que estaba muerto: siempre había sido un hombre difícil de persuadir. El testimonio de sus sentidos le obligaba a admitir que estaba realmente enterrado. Su posición -tendido boca arriba con las manos cruzadas sobre su estómago y atadas, que rompió fácilmente sin que se alterase la situación-, el estricto confinamiento de toda su persona, la negra oscuridad y el profundo silencio, constituían una evidencia imposible de contradecir y Armstrong lo aceptó sin perderse en cavilaciones. 

domingo, 2 de mayo de 2010

Entrevista con Richard Ford

Diego Erlan, de la Revista Ñ, entrevista al escritor norteamericano Richard Ford. Durante la charla surgen temas como las mujeres, el oficio de escribir, la vida o las impresiones sobre compañeros de letras como Raymond Carver, Hemingway o Norman Mailer.

sábado, 1 de mayo de 2010

viernes, 30 de abril de 2010

Es un placer...

Hacerlo de pie fortalece la columna,

boca abajo estimula la circulación de la sangre,

boca arriba es más placentero,

hacerlo sólo es bonito, pero egoísta,

en grupo puede ser divertido,

en el baño es muy digestivo,

en el coche puede ser peligroso...

Recomendación de la semana: Noctámbulos, de Cristina Cerrada

No por casualidad ganó Cristina Cerrada el IV Premio de América de Narativa con su obra Noctámbulos, publicada en 2003 por la editorial Lengua de trapo. Es evidente la ascendencia que autores norteamericanos como Carver y Cheever (ambos herederos del ruso Chéjov) tienen sobre la escritora madrileña. Y habria que citar también a Hemingway, cuya voz resuena sobre todo en los diálogos. (Los de "Muertos" por ejemplo, recuerda mucho, por su tono neutro, a "Los asesinos", el célebre cuento del viejo Hem).

Microrrelato de Augusto Monterroso: El paraíso imperfecto

Escalera al cielo. Fuente de la imagen

EL PARAÍSO IMPERFECTO
Augusto Monterroso

-Es cierto -dijo mecánicamente el hombre, sin quitar la vista de las llamas que ardían en la chimenea aquella noche de invierno—; en el Paraíso hay amigos, música, algunos libros; lo único malo de irse al Cielo es que allí el cielo no se ve.