Ednodio Quintero. Fotografía de Ángel de Castro. Fuente de la imagen. |
[Este cuento incluye un comentario, al final, de Paz Díez Taboada]“Entre muchas disquisiciones y disparates, logré escribir una definición de cuento, que dice así: «El cuento es un objeto narrativo, geométrico, preciso y precioso». Creo que ese objeto tan preciado, que Palmerín de Inglaterra llamaba «el fruto de oro de la imaginación», se sigue cosechando aquí, allá y acullá, con resultados muy variados, algunos de ellos espléndidos. Y mientras exista la necesidad de relatar las aventuras de lo humano, el cuento seguirá siendo uno de los vehículos más apropiados para preservar la memoria colectiva”.
E.Q.
VENGANZA
Ednodio Quintero (Venezuela, 1947)
Empezó
con un ligero y tal vez accidental roce de dedos en los senos de ella. Luego un
abrazo y el mirarse sorprendidos. ¿Por qué ellos? ¿Qué oscuro designio los obligaba
a reconocerse de pronto? Después largas noches y soleados días en inacabable y
frenética fiebre.
Cuando
a ella se le notaron los síntomas del embarazo, el padre enfurecido gritó:
“Venganza”. Buscó la escopeta, llamó a su hijo y se la entregó diciéndole:
-Lavarás
con sangre la afrenta al honor de tu hermana.
Él
ensilló el caballo moro y se marchó del pueblo, escopeta al hombro. En sus ojos
no brillaba la sed de venganza, pero sí la tristeza del nunca regresar.
La muerte viaja a caballo, Mérida
(Venezuela), La Draga y el Dragón, 1974, pág. 16
Comentario
En el tan breve como excelente cuento, cuya extensión no llega a media
página, se narra, tras un proceso de total depuración, condensación e
intensidad, una sucinta historia de incesto, el mayor tabú de la cultura
occidental. Pese a su brevedad muestra los tres aspectos atribuidos
tradicional y convencionalmente a toda narración: situación inicial in
medias res, conflicto o nudo y desenlace, muy sorpresivo en este caso.
En este pequeño texto el autor ha sabido condensar una gran historia
trágica, que, con un desarrollo más extenso de la trama, difícilmente hubiera
logrado mayor intensidad y emoción. En efecto, juzgando que los primeros
cuentos que publicó eran demasiado breves, Quintero reescribió posteriormente
muchos de ellos y los publicó en “Cabeza de cabra y otros relatos”
(1993). Así, el cuento “Venganza”, ampliado y retitulado “La venganza”, pasa de
la concentración y excelente síntesis anterior a una redacción amplificada, con
mayor desarrollo de la trama, en aras de una más lograda precisión. Pues bien,
aunque esta última versión del cuento sea también literariamente muy buena -es
lo habitual en este excelente escritor venezolano-, sin embargo, creemos que la
versión seleccionada ejemplifica aquella observación de Edmundo Valadés según
la cual los cuentos brevísimos que más le habían cautivado eran los que
contenían “una historia vertiginosa que desemboca en un golpe sorpresivo”; “de
ingenio”, añadía el autor mexicano, pero en este caso lo que se produce es un
aldabonazo que asombra y conmueve al lector.
Nota: narrativabreve.com es un blog sin ánimo de lucro que trabaja como espacio de creación y redifusor de textos literarios, y en señal de buena voluntad indica siempre -que es posible- la fuente de los textos y las imágenes publicados. En cualquier caso, si algún autor o editor quisiera renunciar a la difusión de textos suyos que han sido publicados en este blog, no tiene más que comunicarlo en la siguiente dirección: ciconia1@gmail.com
Buenas tardes. ¿que otro nombre le colocarian a la historia?
ResponderEliminarUn título poco sutil sería "Incesto".
ResponderEliminar