Pedro Antonio Valdez. Fuente de la imagen |
“Yo, que me siento viejo desde que tengo 22 años, si fuera a darle un consejo a los jóvenes de ahora, es que no me hicieran caso al darles este consejo: que la inteligencia no se les nuble con petulancia, y que ganar un ser humano por medio del oficio de la palabra vale mil veces más que perder un ser humano a causa de las palabras. El respeto al otro, a su obra, debe imperar por encima de cualquier cosa”.
P.A.V.
Pedro Antonio Valdez (República Dominicana, 1968)
El ángel se le
apareció en el sueño y le entregó un libro cuya única señal era un siete. En el
desayuno miró servidas siete tazas de café. Haciendo un leve ejercicio de
memoria reparó en que había nacido día siete, mes siete, hora siete. Abrió el
periódico casualmente en la página siete y encontró la foto de un caballo con
el número siete que competiría en la carrera siete. Era hoy su cumpleaños y
todo daba siete. Entonces recordó la señal del ángel y se persignó con
gratitud. Entró al banco a retirar todos sus ahorros. Empeñó sus pertenencias,
hipotecó la casa y consiguió préstamo. Luego llegó al hipódromo y apostó todo
el dinero al caballo del periódico en la ventanilla siete. Sentóse —sin darse
cuenta— en la butaca siete de la fila siete. Esperó. Cuando arrancó la carrera,
la grada se puso de pie uniformemente y estalló en un desorden
desproporcionado; pero él se mantuvo con serenidad. El caballo siete cogió la
delantera entre el tamborileo de los cascos y la vorágine de polvo. La carrera
finalizó precisamente a las siete y el caballo siete, de la carrera siete,
llegó en el lugar número siete.
Papeles de
Astarot, La Vega (República Dominicana),
Editora Taller, 1992, pág. 23
–––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––
¿Necesitas un corrector de estilo?
Nota: narrativabreve.com es un blog sin ánimo de lucro que trabaja como redifusor de textos literarios, y en señal de buena voluntad indica siempre -que es posible- la fuente de los textos y las imágenes publicados. En cualquier caso, si algún autor o editor quisiera renunciar a la difusión de textos suyos que han sido publicados en este blog, no tiene más que comunicarlo en la siguiente dirección: ciconia1@gmail.com
A todas estas yo pienso que él protagonista del cuento siempre estuvo soñando. Si es correcta mi premisa donde puedo corroborarlo y de no ser así tambien donde podria corroborarlo. Gracias
ResponderEliminar