La
editorial italiana Arcoiris publicó en 2012, en su colección Gli Eccentrici,
una antología del microrrelato argentino. La edición, a cargo de Ana Boccuti,
reúne a veintiún autores argentinos, que son (cito por orden alfabético):
Eduardo Berti, Raúl Brasca, Patricia Calvelo, Rosalba Campra, Carlos Culleré,
Martín Gardella, Mario Goloboff, Diego Golombek, David Lagmanovich, María Rosa
Lojo, Eugenio Mandrini, Ana María Mopty, Valeria Ildiko Nassr, Juan Romagnoli,
Orlando Romano, Norberto Luis Romero, Norah Scarpa Filsinger, Ana María Shua,
Luisa Valenzuela y Fabián Vique.
Traduzco
del italiano al español un fragmento del prólogo, que puede leerse
íntegramente, en su lengua original, en la web
de la editorial Arcoiris.
DESTELLOS EXTREMOS, MICROFICCIÓN ARGENTINA
CONTEMPORÁNEA
Anna Boccuti
(Fragmento del prólogo)
Ciertos
géneros literarios son como las plantas: endémicos de ciertas regiones, hunden
sus raíces en algunas culturas y prosperan exuberantes en ellas, pero en otros
lugares no consiguen echar raíces. Este parece ser el caso de las
minificciones, género extendido en Hispanoamérica y todavía tan desconocido
para el curioso lector italiano. Cierto, no faltan en la producción literaria
italiana ejemplos brillantes de prosa mínima: basta pensar en los cien cuentos,
todos ellos de una página, recogidos en Centuria.
Cento piccoli romanzi fume (1979)
[en castellano, en la edición de Anagrama, 2011: Centuria. Cien novelas-río] de Giorgio Manganelli, o en Autentici racconti apocrifi meno lunghi del
mondo (1997) de Gianni Toti, uno de los más activos divulgadores de
minificciones en Italia, publicado en una época en la que los textos brevísimos
no tenían este nombre y no estaban clasificados dentro de ningún género. A una
época más reciente pertenecen Navi in
bottiglia (2001) de Gabriel Romangnoli, Poco
più di cento rapidi racconti (2002) y Altri
rapidi racconti (2009) de Eliana Elia. En la web
encontramos rastros más consistentes de microliteratura (así rebautizada en el
ámbito italiano), pero el fenómeno es muy reciente.
Salvo
las esporádicas e ilustres excepciones apenas citadas, nuestro avezado lector
no ha tenido todavía ocasión de familiarizarse con estos textos híbridos que,
dentro de los límites de pocas páginas o pocas líneas, mezclan prosa poética,
narración, poesía, aforismos, sentencias, a veces con mucho espíritu. “Pequeñas
criaturas feroces”, las ha llamado la argentina Ana María Shua, reacia a
etiquetas obvias. Textos impertinentes que escapan al encasillamiento y retoman
así la tendencia a las formas inclasificables (al menos según la distribución
canónica de los géneros), que son habituales en la tradición literaria
hispanoamericana.
En
este punto no es superfluo, por tanto, recordar que la literatura nacional de
Argentina, a la que pertenecen los veintiún escritores incluidos en esta
antología, cuenta desde sus inicios como país independiente con numerosas obras
en las que se entrecruzan géneros y estéticas diversas. Facundo, Civiltà e barbarie (1845), de Domingo Faustino Sarmiento
(1811–1888), es un célebre ejemplo al tiempo que la misma biografía del
caudillo de provincia Facundo Quiroga, panfleto contra el dictador Rosas,
entonces en el poder, un ensayo sobre la sociedad argentina de la época y
proyecto de la sociedad futura, recorrido íntegramente por una innegable
vocación ficticia novelada. Sin irnos demasiado lejos en el tiempo, en la
primera mitad del siglo XX las Ficciones
(1949) de Jorge Luis Borges (1899-1986) constituyen un ejemplo evidente de esta
resistencia a una aparentemente rígida geometría de los géneros: el volumen
reúne cuentos de sofisticada invención literaria que parecen ensayos en los que
la realidad y la ficción se entremezclan y se confunden entre sí. Las ficciones
de Borges también se insertan, asimismo, en la tradición del siglo XX a favor
de la brevedad que fue inaugurada ya a finales del XIX con el cincelado del poema
en prosa del Modernismo y revisada décadas más tarde con el experimentalismo de
las vanguardias históricas. Los cuentos breves incluidos en la antología Bagliori estremi son por tanto herederos
de la voluntad de la renovación de las formas (que es también la renovación de
la percepción de la realidad y su modo de representación) que funda la
literatura del siglo XX y que persiste hasta el día de hoy.
Borges
es, sin embargo, un solo de los asiduos cultores del género breve en el área
rioplatense. Junto a él están Enrique Anderson Imbert (1910-2000), Julio
Cortázar (1914-1984), Marco Denevi (1922-1998) –por limitarnos a los clásicos
[…].
[…]
El
origen y la intención de esta antología es ofrecerle al lector italiano un aperitivo
de los últimos logros de la microficción argentina. A esta exigencia responden también
criterios puros de selección –arbiraria como toda selección– de los autores:
junto con nombres que tienen una trayectoria más larga y articulada y cuyo
prestigio está hoy día consolidado a nivel internacional, hasta el punto de ser
traducidos y publicados también en Italia, figuran autores más jóvenes, tanto
biográficamente como profesionalmente, a menudo desconocidos para el lector
italiano. También se ha prestado atención a la procedencia de los escritores
antologados, para que las palabras "microficción argentina" realmente
signifiquen "de las distintas provincias que componen la República
Argentina" y no sólo de "la ciudad de Buenos Aires", como suele
suceder. En cuanto a la organización de los textos, se decidió no ordenarlos
por orden cronológico, ni reducirlos a un área temática. Parecía más útil proponer
una ruta de lectura dividida en secciones homogéneas desde el punto de vista temático,
para ofrecerle al lector una idea general de las diversas posibilidades
exploradas por el género. Esta simbiosis de voces, orígenes, historias, refleja
la vivacidad y la variedad de la microficción argentina contemporánea […].
Traducción
de este fragmento: Francisco
Rodríguez Criado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
narrativabreve.com agradece tus comentarios.
Nota: el administrador de este blog revisará cada comentario antes de publicarlo para confirmar que no se trata de spam o de publicidad encubierta. Cualquier lector tiene derecho a opinar en libertad, pero narrativabreve.com no publicará comentarios que incluyan insultos.