jueves, 13 de octubre de 2011

El microrrelato español como ejercicio de elipsis narrativa



El microrrelato español. Una estética de la elipsis, de Irene Andres-Suárez. Menoscuarto, 2010.

EL MICRORRELATO ESPAÑOL COMO EJERCICIO DE ELIPSIS NARRATIVA

Puede que la afirmación, últimamente tan extendida, de que el microrrelato es el género emblemático del siglo XXI no sea incorrecta del todo. Aunque esté muy lejos de ocupar el trono de los libros más vendidos (reservado por tradición a la novela y por contagio a ciertos métodos para perder peso), en Internet campa a sus anchas. La difusión que recibe hoy día en la Red es superior a la que recibe cualquier otro género. Aceptémoslo: si ladran es porque el microrrelato cabalga.
Pero creo que esa atención masiva a este nuevo género (que en realidad es tan antiguo como el de las primigenias historias orales) está sustentada, con las obligadas excepciones, no en un gusto artístico de sus autores por la brevedad y la elipsis narrativa sino en un gusto supremo por darse al prójimo de manera cómoda. Inconscientemente se ha llegado al convencimiento de que el ejercicio de escribir un microrrelato está, como el microondas de nuestras cocinas, al alcance de casi cualquiera: no hace falta más que estirar la mano... ¿Acaso no nos pasamos la vida contando pequeños sucesos, en prosa, previo filtro –excluyamos de este apartado al cansino de turno– de los detalles innecesarios? Son muchos los que piensan que llevar al papel alguno de esos sucesos, más o menos imaginarios, más o menos reales, es solo un paso más en el ámbito de la comunicación.
Pero el asunto no es tan fácil. Basta echar un vistazo a Internet, su hábitat natural, donde abundan menos los buenos microrrelatos que las micro-ocurrencias.
El microrrelato (en su versión oral) es tan antiguo como la propia humanidad. De acuerdo. La vocación por contar historias nunca ha desaparecido. De acuerdo. Pero por lo mucho que este género tiene también de novedoso urge que un grupo de estudiosos nos lleve por el buen camino. En el microrrelato actual no faltan cultivadores, lo que falta es un poco de orden.
Y ese grupo de estudiosos está ahí, afortunadamente. Es opinión de los especialistas que “El microrrelato en México: Torri, Arreola y Monterroso”, de Dolores Koch, publicado en 1981, fue el primer artículo dedicado al género. Poco a poco, el microrrelato ha ido concitando el interés de un conjunto de autores que, bien en ensayos, actas de congresos o revistas, han  conformado –o al menos delimitado– los límites del género. Francisca Noguerol Jiménez, Lauro Zavalo, David Lagmanovich, Laura Pollastri, Violeta Rojo o Fernando Valls son algunos de los nombres más representativos.
En este listado a todas luces incompleto habría que añadir a Irene Andres–Suárez, cuyo ensayo acabo de leer, El microrrelato español. Una estética de la elipsis, publicado por Menoscuarto en 2010.
No podríamos considerar un pecado que Irene Andres-Suárez hubiera recalado en el estudio del microrrelato aleccionada por el interés –por no llamarlo moda– que este ha despertado   en los últimos tiempos. No hubiera sido ningún pecado, digo, pero no es el caso. Catedrática de Literatura en la Universidad de Neuchâtel (Suiza), desde donde desarrolla su labor al frente del Centro de Investigación de Narrativa Española, Irene Andres-Suárez es una pionera en el estudio de este género, y son ya una veintena de trabajos los que le ha dedicado. (La propia editorial Menoscuarto publicó en 2008 La era de la brevedad. El microrrelato hispánico, obra suya en colaboración con Antonio Rivas). Y esa experiencia, esos conocimientos forjados durante años, se notan en la lectura de El microrrelato español. Una estética de la elipsis. Su autora trabaja con un corpus de datos, conocimientos y un lenguaje filológico que ponen en evidencia que está inmersa en el campo de batalla desde las primeras refriegas.   
¿Y qué va a encontrar el lector en su reciente ensayo? Se podría decir –y lo diré– con muchas palabras, pero lo que va a encontrar es, abreviando, lo que yo tanto echaba en falta: orden.
El libro se articula en dos partes: “Historia y teoría” y “Autores y obras”. La primera se abre con un capítulo tan comprimido como ilustrativo, “Estado de la cuestión”, donde se hace un resumen de lo acontecido en el estudio crítico desde que, un cuarto de siglo atrás, Dolores Koch publicara el artículo que dio el pistoletazo de salida. Y lo que ha sucedido en este tiempo es una fiebre –mías son las cursivas, pero la expresión es de la autora– de congresos y encuentros nacionales e internacionales de minificción, números monográficos, ensayos, blogs y webs y editoriales con el microrrelato como denominador común.
A partir de aquí, Andrés-Suárez analiza hasta el último recoveco de este género: determina las similitudes y las variantes entre los términos microrrelato y minificción, explica cuáles son sus rasgos distintivos y cuáles son las formas fronterizas, hace un pausa en su variada nomenclatura… Además, trabaja algunos aspectos del microrrelato en mi opinión menos manidos. Por ejemplo: los microtextos de naturaleza teatral o ensayística. De especial interés me ha parecido el capítulo “Tres estrategias para reducir el microrrelato a su mínima expresión”, que linda ya con los márgenes del taller literario. (Aunque, bien mirado, todo el ensayo es en sí material digno de consulta en un taller literario dedicado a la minificción).
En la segunda parte conoceremos las propuestas de autores que cultivan o han cultivado el microrrelato con éxito: Antonio Fernández Molina (fallecido en 2005), Javier Tomeo, Luis Mateo Díez, Juan José Millás, José Mª Merino, Juan Pedro Aparicio, Julia Otxoa, Hipólito G. Navarro y Ángel Olgoso. Aquí podremos deleitarnos, como no podría ser de otra manera, con un ramillete de algunos de las mejores ficciones de los citados autores.
Cierra el libro un impresionante y extenso apéndice de trece páginas con referencias bibliográficas sobre el microrrelato, lo cual viene a confirmar el gran interés de los estudiosos hacia este género.
El microrrelato español. Una estética de la elipsis es un libro serio, riguroso, muy  completo y necesario sobre el microrrelato español que no debería pasar desapercibido a los ojos de ningún  amante del género.

Ficha técnica del libro
El microrelato español. Una estética de la elipsis.
Irene Andrés-Suarez.
Col. Cristal de Cuarzo (director de la colección: Fernando Valls).
978-84-96675-53-7
368 páginas
14 x 21 cm
18 euros




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