lunes, 3 de enero de 2011
6 comentarios:
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Un cuento de una gran calidad estética y emocional, que acaba conmoviendo, como la vida misma.
ResponderEliminarEnhorabuena a Pilar, es una historia muy buena, mucho, merece estar entre los mejores. Y a ti, Fran, por brindarnos estas lecturas tan sabrosas, literarias y enriquecedoras. Todo un lujo.
Besos a los dos.
necesito mas cuentos
ResponderEliminar¡Uf, qué agobio! Otro así y me tiro por la ventana...
ResponderEliminarQué sorpresa encontrar a Pilar Galán aquí. Me encantan sus cuentos. Y claro que es un cuento de agobio, pero como dice MOnterroso, los buenos cuentos se parecen a la vida, por eso son tristes.
ResponderEliminarEnhorabuena por su blog. Muy necesario
La sensación de agovio del mes de septiembre es real, atormenatada y el personaje que cuenta parece verdadero con sus pensamientos cortos y afilados. Pero siempre espero algo en los cuentos, algo diferente, algo que destruya códigos o te mastique el estómago. Más bien me parece un capítulo de novela que de cuento. Pero, quién soy yo para decir esto.
ResponderEliminarMuy bien PIlar. Gracias por este cuento al blog.
Un magnifico cuento en que se percibe una cotidianidad aparente. Una fina descripción de situaciones dramáticas con una elaborada sutileza. Pero adentro hay dolor. Hay desgarramiento del personaje. Sin embargo fluye la narración, es dinámica y conmueve en cada párrafo, pareciera que no va a pasar nada más allá de la cotidianidad de una mujer separada que cuenta su vida pero nos va llevando poco a poco a un final contundente.
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