Trabajos forzados. Los otros oficios de los escritores, de Daria Galateria (Impedimenta, 2011). Fuente de la imagen: Editorial Impedimenta |
Bohumil Hrabal soñaba con ser futbolista, que no es mal oficio. Si uno tiene suerte y aptitudes –al parecer el joven Hrabal tenía lo segundo–, puede asegurar su futuro antes de que le salgan las muelas del juicio. Pero Hrabal era tímido, le podía el miedo escénico, sentirse observado por los espectadores era superior a sus fuerzas, tanto que cuando estaba en el campo no sabía qué hacer con los brazos y las piernas. Así que tras muchas peripecias vitales decidió dejar las piernas quietas y usó los brazos –las manos– para escribir literatura. Abandonó, pues, el sueño de ser futbolista para convertirse en escritor, un oficio que en la mayoría de las ocasiones se convierte en una pesadilla.
Sí,
una pesadilla. Eso es al menos lo que percibimos al leer la biografía de algunos
de los escritores más ilustres, cuyas malandanzas laborales han sido recogidas
por Daria Galateria (Roma, 1950) en Trabajos
forzados. Los otros oficios de los escritores (Impedimenta,
2011), con traducción del italiano al español del escritor Félix Romeo,
fallecido prematuramente hace tan solo unos días.
Galateria
ha articulado su estudio en 24 capítulos, uno por autor, que conforman una
suerte de novela picaresca, con drama y humor a partes iguales, donde un
personaje de múltiples rostros, el afligido escritor, trata a duras penas de
ganarse el pan redactando sus obras literarias. El catálogo de profesiones a
las que se tuvieron que acoger estos autores analizados por Galateria no tiene
desperdicio: Máximo Gorki (pinche de cocina), Jack London (cazador de
ballenas), George Orwell (friegaplatos), Dashiel Hammet (investigador privado),
André Malraux (ministro), Franz Kafa (agente de seguros), Jacques Prévert
(dependiente de unos grandes almacenes).
Por
abundar en los ejemplos, el bueno de Hrabal, antes de ganarse la vida con sus
libros, tuvo que trabajar como almacenista de una cooperativa de ferrocarriles,
secretario del distrito del Partido Comunista, agente de seguros, representante
de una empresa de artículos de mercería y juguetes, empleado de una acería…
(Cabe suponer que le hubiera ido bastante mejor si se hubiera ganado la vida
dando patadas a un balón de fútbol).
Trabajos
forzados. Los otros oficios de los escritores es una suerte de tutorial de
supervivencia en el mundo de las letras. Dotado de un encanto especial, uno
tiene dudas sobre si el aspirante a escritor del siglo XXI que devore sus
páginas acabará por abandonar ese barco a punto de hundirse que es la
literatura, o si por el contrario decidirá arriesgarse y convertirse de una vez
por todas en escritor profesional. Si elige la segunda opción, ya sabe que
probablemente tengdrá que ejercitar la paciencia en diversos trabajos forzados
antes de conseguir sus objetivos. Si es que alguna vez consigue ser uno de esos pocos bienaventurados a quienes la fortuna le sonríe.
ISBN:
9788415130178
Encuad:
Rústica
Formato:
13 x 20 cm
Páginas:
208
PVP:
18,95 €
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Nota: narrativabreve.com es un blog sin ánimo de lucro que trabaja como redifusor de textos literarios, y en señal de buena voluntad indica siempre -que es posible- la fuente de los textos y las imágenes publicados. En cualquier caso, si algún autor o editor quisiera renunciar a la difusión de textos suyos que han sido publicados en este blog, no tiene más que comunicarlo en la siguiente dirección: ciconia1@gmail.com
En todo tipo de esfuerzo artístico hay que enfrentar los trabajos forzados a menos que se posea una fortuna,
ResponderEliminarMás no debemos perder la perspectiva de que pasar por éstas adversidades fortalece al espíritu humano y le dá una comprensión acerca del conglomerado social que no la tiene tan fácil.
Cuando hay voluntad hay manera.
Cuestión de proponerse y perseverar.
Caer en timideces y dejarse vencer debilita.