Andrés Newman. Fuente de la imagen: Ideal.es |
Se dice con frecuencia que es más fácil que una editorial acepte publicar un proyecto de libro con cuentos homogéneos (estilo y temática similares) que un manuscrito en el que los cuentos difieren notablemente entre sí. En una entrevista publicada en Ideal con motivo de la publicación de Hacerse el muerto (Páginas de Espuma, 2011), Andrés Newman defiende la libertad e improvisación en la escritura de cuentos. La suya es una apuesta por la diversidad cuentística, y se pregunta (a la manera retórica) por qué es necesario escribir libros de cuentos que acaban conformando algo parecido a una novela. La respuesta es obvia: comparativamente no son muchas las editoriales que apuestan en España por el cuento. Las otras editoriales, las que no creen en este género, prefieren publicar libros de cuentos -cuando lo hacen- que parezcan novelas, y cuanto más se parezcan al género estrella, mejor.
-En el 'Tercer dodecálogo de un cuentista' dice que «exigir unidad a un libro de cuentos es como poner un candado al laboratorio». No le preguntaré qué tienen en común los relatos de 'Hacerse el muerto'...
-Procuro escribir con muchísima libertad e improvisación cada uno de los cuentos y luego, en una segunda fase que puede durar años, tratar de encontrar el sentido, los puntos en común y los parentescos entre las piezas. A veces se les pide a los libros de cuentos que tengan un estilo o un espacio común, y a mí me parece una lástima: si un autor se molesta en empezar decenas de piezas con el mismo contexto, personajes y estilo, ¿por qué no ha hecho una novela? Valoro muchísimo de la narrativa breve que el mundo pueda empezar y acabar cada día, esa sensación de que cada pocas páginas todo puede ocurrir. Ahí reside la libertad irreductible del género. Tú puedes ser un autor realista y detalloso y de pronto un día levantarte fantástico y parabólico. Hay algo de experimento al comenzar un cuento que un excesivo orden a priori podría obstaculizar. El registro es el tragicómico o, como me dijo un amigo, el ciclotímico: de la euforia a la tristeza, de la alegría al duelo, como es la vida y como es nuestra época. En el libro hay piezas cómicas, piezas muy dolorosas y un acercamiento no melodramático a la muerte; de ahí el título.
[Fragmento de la entrevista a Andrés Newman. Fuente].
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[Fragmento de la entrevista a Andrés Newman. Fuente].
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Estoy totalmente de acuerdo con Neuman.
ResponderEliminarSe puede ver con claridad cuando editan los cuentos completos de cualquier autor.
Yo le pido a un libro de relatos lo mismo que a una novela o un poemario: que me dé momentos literarios. Si determinado libro de relatos me ofrece esos momentos, no me importa si el libro es homogéneo o diversificado. Pero los editores no imponen tendencias, simplemente se ajustan a los gustos de los lectores, que es más cómodo. Y si a los lectores les gustan las novelas, los libros de relatos que publican muchas veces son como novelas. Es lo que hay.
ResponderEliminarSaludos