Sería perfecto el micro sin la última frase ("Y muere"). Algunos escritores piensan que los lectores somos tontos. Esa última frase se carga todo el microrrelato porque lo convierte en un chiste. Que conste que yo también cometo frecuentemente ese error, aunque estoy aprendiendo a controlarme.
Hum... Tu observación es muy válida, Anónimo. Podría quedar así el relato y estaría estupendo, con un final más o menos abierto. Ahora bien, si el autor hubiera omitido "Y muere", ¿por qué tendríamos que dar por válido que Fabián va a morir? ¿Solo porque lo dice un ángel de la guarda? Yo diría que tanta confianza en dicho ángel sería fruto de la fe, y no todos los lectores tienen esa fe. :-)
Soy el anónimo anterior. Sin la última frase, sin embargo, yo lo veo de otra forma (supongo que eso es lo bueno de los relatos tan cortos, que permiten que lectores distintos ofrezcan distintas interpretaciones). Careciendo de fe, como carezco, puedo afirmar que sin la última frase yo lo interpreto como que la pregunta de Fabián es la constatación de las palabras premonitorias del ángel. Si muere o deja de morir me parece algo secundario en el relato, porque la fuerza del texto la encuentro en la pregunta de Fabián. En cualquier caso, el tema del cierre de los relatos es peliagudo y daría para escribir una tesis, aunque sobre esto poco puedo yo enseñar a un maestro ("Siete minutos", para el que no lo sepa, es genial, para mi gusto uno de los mejores relatos escritos en español). Un paisano.
Yo sí creo que es importante saber si el personaje muere o no, porque si no muere entonces sí que no tiene ningún interés el relato. Yo lo entiendo más bien como una versión (muy libre) del episodio bíblico de la mujer de Lot: pese a que sabe que si mira atrás se convertirá en estatua de sal... no puede evitarlo. Si a la mujer de Lot es la curiosidad lo que la pierde, a Fabián es la torpeza. Por cierto, ¿quién eres? Preferiría que te identificaras. Algún malpensado puede creer que soy yo mismo escribe desde el anonimato tratando de hacer autopromoción. En cualquier caso, gracias. Un saludo
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Sería perfecto el micro sin la última frase ("Y muere"). Algunos escritores piensan que los lectores somos tontos. Esa última frase se carga todo el microrrelato porque lo convierte en un chiste. Que conste que yo también cometo frecuentemente ese error, aunque estoy aprendiendo a controlarme.
ResponderEliminarHum... Tu observación es muy válida, Anónimo. Podría quedar así el relato y estaría estupendo, con un final más o menos abierto. Ahora bien, si el autor hubiera omitido "Y muere", ¿por qué tendríamos que dar por válido que Fabián va a morir? ¿Solo porque lo dice un ángel de la guarda?
ResponderEliminarYo diría que tanta confianza en dicho ángel sería fruto de la fe, y no todos los lectores tienen esa fe. :-)
Saludos cordiales
Soy el anónimo anterior. Sin la última frase, sin embargo, yo lo veo de otra forma (supongo que eso es lo bueno de los relatos tan cortos, que permiten que lectores distintos ofrezcan distintas interpretaciones). Careciendo de fe, como carezco, puedo afirmar que sin la última frase yo lo interpreto como que la pregunta de Fabián es la constatación de las palabras premonitorias del ángel. Si muere o deja de morir me parece algo secundario en el relato, porque la fuerza del texto la encuentro en la pregunta de Fabián.
ResponderEliminarEn cualquier caso, el tema del cierre de los relatos es peliagudo y daría para escribir una tesis, aunque sobre esto poco puedo yo enseñar a un maestro ("Siete minutos", para el que no lo sepa, es genial, para mi gusto uno de los mejores relatos escritos en español).
Un paisano.
Yo sí creo que es importante saber si el personaje muere o no, porque si no muere entonces sí que no tiene ningún interés el relato. Yo lo entiendo más bien como una versión (muy libre) del episodio bíblico de la mujer de Lot: pese a que sabe que si mira atrás se convertirá en estatua de sal... no puede evitarlo. Si a la mujer de Lot es la curiosidad lo que la pierde, a Fabián es la torpeza.
ResponderEliminarPor cierto, ¿quién eres? Preferiría que te identificaras. Algún malpensado puede creer que soy yo mismo escribe desde el anonimato tratando de hacer autopromoción.
En cualquier caso, gracias.
Un saludo
Perdona, soy José Antonio, es que desde el ordenador del curro a veces no hay forma de abrir sesión en Google.
ResponderEliminarGracias, J.A.
ResponderEliminarUn saludo