La grafología se está usando hoy día para estudiar la personalidad de los más pequeños, así como posibles patologías e incluso casos de abusos, que se revelan, sutilmente, en su escritura.
Este reportaje fue publicado por Analía de la Llana en el diario Los Andes el 28 de octubre de 2010. Dime cómo escribes y te diré cómo creces
La grafología es capaz de develar los aspectos de la personalidad de los más pequeños, así como patologías o casos de abuso.
Ya desde muy pequeños los niños brindan, por medio de la escritura (trazos, garabatos, dibujos), su perfil de personalidad como si se tratara de su propio reflejo. ¿Pero cómo es que alguien tan chico puede, a partir de un análisis profesional, mostrar tanto de sí? Pues la ciencia de la grafología lo explica de una manera integral.
Entonces empecemos por explicarla y comprenderla como un estudio que capta en su amplio espectro también al mundo infantil. Para empezar, la grafología es la ciencia que estudia las relaciones de la escritura y la psicología de las personas, para distintos fines.
Durante la infancia puede utilizarse para estudiar la personalidad y el carácter de los niños, y conocer algo más de sus pensamientos y sentimientos.
Según los grafólogos, tanto la conducta, como las emociones, acciones, pensamientos, aptitudes, tipo de relaciones, así como los sentimientos y el nivel de inteligencia de los chicos, pueden estar reflejados en su escritura. Un análisis grafológico permite medir y clasificar los rasgos de la escritura, permitiendo una interpretación psicológica del carácter de los más chicos, igual que los dibujos infantiles.
Un espejo muy amplio donde mirar, como padres, a los niños; para saber identificar las señales como parte de “un todo”.
De puño y letra
María del Carmen Luvigne de Laje es, entre muchas especializaciones de su área, grafoanalista y perito grafóloga del Instituto de Grafología Científica de Buenos Aires. Y, además de estar como panelista en diversos congresos, (la semana que viene en Mendoza, ver aparte), dialogó con Los Andes acerca de lo que devela la escritura de los más pequeños.
Diversas preguntas aclaratorias para captar en el contexto, sobre si tu hijo puede tener algún tipo de trastorno o sufrir abuso:
¿Qué se analiza en la grafología de los más pequeños, y a partir de qué edad?
- A partir de los 12 meses el niño, por imitación de sus padres o hermanos, tratará de tomar el lápiz y procurará dejar trazos en el papel. Desde estos primeros intentos podemos analizarlos grafológicamente. Como expertos tendremos en cuenta el emplazamiento en el papel, por dónde comenzó, dónde lo concluyó, qué zonas evitó y cuáles trabajó.
Luego evaluaremos la prevalencia de curvas o rectas, o si es mixto; el tamaño; si el movimiento es de flexión o de extensión; si el garabato es difuso o concentrado; la presión que ejerce en el trazado. Y luego, a partir de aquí, las distintas combinaciones que nos puede brindar la unión de estos elementos.
¿Qué características de la escritura, puntualmente, manifiestan si hay un problema o patología en el niño?
La grafología no da recetas, ya que el escrito es un todo y en él se refleja todo el ser humano que lo escribió. Siempre les comento a mis alumnos que nadie es solamente “ojos azules” sino que la descripción integraría: altura, contextura física, etc. Por eso podemos mencionar los elementos que nos deben alertar, pero tendremos cuidado de no valernos de un solo escrito ya que necesitamos corroborarlo.
Pero debemos prestar atención si un niño de más de 8 años escribe las palabras seguidas, sin los cortes lógicos correspondientes, si los espacios en blanco predominan dentro del escrito y dentro de las palabras siendo de tamaño considerable, cuando en el escrito hay confusiones -es decir la letra no es legible- y además las crestas y ejes se chocan.
Otro aspecto es si el escrito presenta cierta suciedad o empastamiento, cuando hay omisiones de letras en una edad en que ya debe escribir sin inconvenientes, gestos exagerados, muy inflados, entre muchos otros aspectos.
¿Cómo se detectan los casos de abusos o maltratos?
- En este tema soy muy cauta ya que hay indicadores que solamente un profesional avezado puede detectar, dado que el mismo gesto no siempre indica abuso. Trabajé con un chiquito de 6 años y cuando le pedí que dibujase lo que quisiera me dijo: voy a hacer a mi primo. Lo dibujó y le hizo un pene.
Cualquiera habría pensado que ese primo ejercía algún tipo de abuso con el niño, ¡pero no! Cuando le pregunté al adulto, me dijo que salía de bañarse y se le había caído la toalla, y el pequeño lo había alcanzado a ver, por eso lo dibujó. Acto seguido lo tachó y le agregó pantalones.
¿Qué deja traslucir para el profesional el estudio de los “garabatos”?
- Nos informará sobre características de la personalidad del pequeño tales como afectividad, sociabilidad, agresividad, vitalidad, relaciones parentales, etc.
¿Cómo se conoce la personalidad de un niño, según su escritura?
- A partir de un análisis detallado de la etapa escritural en que se encuentra (pre-caligráfica, caligráfica y post-caligráfica), evaluamos si su edad cronológica tiene su correspondencia con su maduración intelectual. A partir de allí analizamos muchos ítems entre los que cuentan: la organización general del escrito, los márgenes; en especial el izquierdo, que nos hablará de la relación del niño con su madre y de cómo se siente en su hogar.
Mientras que el margen derecho nos ubicará al papá y su relación con su entorno, en especial el escolar.
El tamaño de la letra, la dirección de la línea de trayectoria, la continuidad del trazado, los grados de enlace (nos referimos a si las letras se dibujan una a una, o se agrupan, si escribe la palabra sin cortes), la presión el tamaño, la inclinación, velocidad, mayúsculas, firmas y muchos elementos más que se analizan mediante medición con hoja milimetrada, transportador y lupa.
Esto último porque los milímetros cuentan para que un trazo tenga un significado y no otro.
¿La escritura desorganizada en los chicos (garabatos, rayones, cuando aún no saben escribir) son analizables en el niño?
- Vamos a comenzar aclarando que la escritura “inorganizada” se da en los niños de 6 a 10 años, aproximadamente. Es decir, que nunca estuvo organizada y va en vías de estarlo. A partir de esa edad pretendemos que la escritura se organice pero muchas veces no ocurre, ya que influyen las alteraciones de la adolescencia. Por ello, la escritura será pre-organizada.
Pretendemos que a los 18 años ya sea organizada, aunque en muchos casos se sigue siendo adolescente hasta mucho más allá de los 18 años. Esta escritura adquirida puede desorganizarse a partir de una enfermedad (a cualquier edad) o cuando la persona ya es senil.
¿Qué aspectos de la escritura (organizada o no de sus hijos) puede indicarle a los padres si hay caso de maltrato, abuso, o problemas en la personalidad?
- El mejor indicador -no el único- es estar atentos a las modificaciones que se producen en la escritura: pérdida de legilibilidad, cambio de forma, mal emplazamiento, temblor en el trazo, limpieza y esfuerzo con que realizan sus tareas, ya que cualquier cambio nos estará dando la voz de alerta de que pasa algo; y enseguida conviene darle intervención a un profesional que determinará los pasos a seguir.
¿Cómo se lleva a cabo un estudio grafológico?
- En mi caso prefiero ver semanalmente, por lo menos tres veces al chico, para tomar las muestras que necesito; ya que las primeras están condicionadas por el hecho que el niño no me conoce y debo ganar su confianza.
Y, en los siguientes encuentros, puedo lograr lo que necesito. Una vez que tengo el material realizo la ficha técnica; es decir: estudio metódicamente el análisis para luego redactar un informe que separe por ítems; tales como área comunicacional, emocional, intelectual, espiritual, temperamental o volitiva.
Entonces empecemos por explicarla y comprenderla como un estudio que capta en su amplio espectro también al mundo infantil. Para empezar, la grafología es la ciencia que estudia las relaciones de la escritura y la psicología de las personas, para distintos fines.
Durante la infancia puede utilizarse para estudiar la personalidad y el carácter de los niños, y conocer algo más de sus pensamientos y sentimientos.
Según los grafólogos, tanto la conducta, como las emociones, acciones, pensamientos, aptitudes, tipo de relaciones, así como los sentimientos y el nivel de inteligencia de los chicos, pueden estar reflejados en su escritura. Un análisis grafológico permite medir y clasificar los rasgos de la escritura, permitiendo una interpretación psicológica del carácter de los más chicos, igual que los dibujos infantiles.
Un espejo muy amplio donde mirar, como padres, a los niños; para saber identificar las señales como parte de “un todo”.
De puño y letra
María del Carmen Luvigne de Laje es, entre muchas especializaciones de su área, grafoanalista y perito grafóloga del Instituto de Grafología Científica de Buenos Aires. Y, además de estar como panelista en diversos congresos, (la semana que viene en Mendoza, ver aparte), dialogó con Los Andes acerca de lo que devela la escritura de los más pequeños.
Diversas preguntas aclaratorias para captar en el contexto, sobre si tu hijo puede tener algún tipo de trastorno o sufrir abuso:
¿Qué se analiza en la grafología de los más pequeños, y a partir de qué edad?
- A partir de los 12 meses el niño, por imitación de sus padres o hermanos, tratará de tomar el lápiz y procurará dejar trazos en el papel. Desde estos primeros intentos podemos analizarlos grafológicamente. Como expertos tendremos en cuenta el emplazamiento en el papel, por dónde comenzó, dónde lo concluyó, qué zonas evitó y cuáles trabajó.
Luego evaluaremos la prevalencia de curvas o rectas, o si es mixto; el tamaño; si el movimiento es de flexión o de extensión; si el garabato es difuso o concentrado; la presión que ejerce en el trazado. Y luego, a partir de aquí, las distintas combinaciones que nos puede brindar la unión de estos elementos.
¿Qué características de la escritura, puntualmente, manifiestan si hay un problema o patología en el niño?
La grafología no da recetas, ya que el escrito es un todo y en él se refleja todo el ser humano que lo escribió. Siempre les comento a mis alumnos que nadie es solamente “ojos azules” sino que la descripción integraría: altura, contextura física, etc. Por eso podemos mencionar los elementos que nos deben alertar, pero tendremos cuidado de no valernos de un solo escrito ya que necesitamos corroborarlo.
Pero debemos prestar atención si un niño de más de 8 años escribe las palabras seguidas, sin los cortes lógicos correspondientes, si los espacios en blanco predominan dentro del escrito y dentro de las palabras siendo de tamaño considerable, cuando en el escrito hay confusiones -es decir la letra no es legible- y además las crestas y ejes se chocan.
Otro aspecto es si el escrito presenta cierta suciedad o empastamiento, cuando hay omisiones de letras en una edad en que ya debe escribir sin inconvenientes, gestos exagerados, muy inflados, entre muchos otros aspectos.
¿Cómo se detectan los casos de abusos o maltratos?
- En este tema soy muy cauta ya que hay indicadores que solamente un profesional avezado puede detectar, dado que el mismo gesto no siempre indica abuso. Trabajé con un chiquito de 6 años y cuando le pedí que dibujase lo que quisiera me dijo: voy a hacer a mi primo. Lo dibujó y le hizo un pene.
Cualquiera habría pensado que ese primo ejercía algún tipo de abuso con el niño, ¡pero no! Cuando le pregunté al adulto, me dijo que salía de bañarse y se le había caído la toalla, y el pequeño lo había alcanzado a ver, por eso lo dibujó. Acto seguido lo tachó y le agregó pantalones.
¿Qué deja traslucir para el profesional el estudio de los “garabatos”?
- Nos informará sobre características de la personalidad del pequeño tales como afectividad, sociabilidad, agresividad, vitalidad, relaciones parentales, etc.
¿Cómo se conoce la personalidad de un niño, según su escritura?
- A partir de un análisis detallado de la etapa escritural en que se encuentra (pre-caligráfica, caligráfica y post-caligráfica), evaluamos si su edad cronológica tiene su correspondencia con su maduración intelectual. A partir de allí analizamos muchos ítems entre los que cuentan: la organización general del escrito, los márgenes; en especial el izquierdo, que nos hablará de la relación del niño con su madre y de cómo se siente en su hogar.
Mientras que el margen derecho nos ubicará al papá y su relación con su entorno, en especial el escolar.
El tamaño de la letra, la dirección de la línea de trayectoria, la continuidad del trazado, los grados de enlace (nos referimos a si las letras se dibujan una a una, o se agrupan, si escribe la palabra sin cortes), la presión el tamaño, la inclinación, velocidad, mayúsculas, firmas y muchos elementos más que se analizan mediante medición con hoja milimetrada, transportador y lupa.
Esto último porque los milímetros cuentan para que un trazo tenga un significado y no otro.
¿La escritura desorganizada en los chicos (garabatos, rayones, cuando aún no saben escribir) son analizables en el niño?
- Vamos a comenzar aclarando que la escritura “inorganizada” se da en los niños de 6 a 10 años, aproximadamente. Es decir, que nunca estuvo organizada y va en vías de estarlo. A partir de esa edad pretendemos que la escritura se organice pero muchas veces no ocurre, ya que influyen las alteraciones de la adolescencia. Por ello, la escritura será pre-organizada.
Pretendemos que a los 18 años ya sea organizada, aunque en muchos casos se sigue siendo adolescente hasta mucho más allá de los 18 años. Esta escritura adquirida puede desorganizarse a partir de una enfermedad (a cualquier edad) o cuando la persona ya es senil.
¿Qué aspectos de la escritura (organizada o no de sus hijos) puede indicarle a los padres si hay caso de maltrato, abuso, o problemas en la personalidad?
- El mejor indicador -no el único- es estar atentos a las modificaciones que se producen en la escritura: pérdida de legilibilidad, cambio de forma, mal emplazamiento, temblor en el trazo, limpieza y esfuerzo con que realizan sus tareas, ya que cualquier cambio nos estará dando la voz de alerta de que pasa algo; y enseguida conviene darle intervención a un profesional que determinará los pasos a seguir.
¿Cómo se lleva a cabo un estudio grafológico?
- En mi caso prefiero ver semanalmente, por lo menos tres veces al chico, para tomar las muestras que necesito; ya que las primeras están condicionadas por el hecho que el niño no me conoce y debo ganar su confianza.
Y, en los siguientes encuentros, puedo lograr lo que necesito. Una vez que tengo el material realizo la ficha técnica; es decir: estudio metódicamente el análisis para luego redactar un informe que separe por ítems; tales como área comunicacional, emocional, intelectual, espiritual, temperamental o volitiva.
Analía De La Llana - adelallana@losandes.com.ar
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