Lucía Etxebarría registró en La Eva futura una serie de entradas a modo de diccionario de aquellos temas que suelen inquietar a lectores y escritores sobre el mundo de la edición y su "circunstancia".
No he leído el libro, pero sí estas definiciones que reproduzco a continuación, publicadas en un blog de sugestivo nombre: TRUCOS DE ESCRITOR: Cómo escriben los autores de best sellers.
CRÍTICA
Un joven autor debe recordar que las razones que llevan a un crítico a reseñar una obra suelen ser muy variadas, siendo una de tantas, pero no la principal, el valor literario de la misma. Hemingway, Flaubert y Galdós, por citar solo unos ejemplos, merecieron en su día el general menosprecio de la crítica. Echegaray y Benavente, considerados hoy unánimemente como autores de segunda fila, obtuvieron sendos premios Nobel. Esto no quiere decir que la crítica se equivoque por sistema, simplemente que a veces lo hace.
DEBATE
Un supuesto intercambio de opiniones e ideas entre escritores que, o bien no están informados del tema a tratar y además no cuentan con un solo dato empírico que pueda refutar la tesis que defienden, o bien sí lo están pero se encuentran que el moderador o el medio en el que publican censura continuamente sus opiniones; o bien están informados y hablan libremente, pero deben enfrentarse al hecho de que unas imposiciones de tiempo o de espacio impiden que el debate arribe a ninguna conclusión.
ÉXITO
El éxito se mide por el éxito, en palabras de Doris Lessing. Esta autora, en plena cumbre de su carrera y cuando ya era considerada unánimemente como una de las más importantes de su generación, escribió bajo seudónimo dos novelas que, tras ser rechazadas por sus editores y más tarde publicadas en una editorial menor, consiguieron unas críticas tibias y unas escasas ventas. Experimentos similares llevados a cabo por numerosos escritores han dado lugar, invariablemente, a resultados similares. Dos novelas de parecida calidad, la primera escrita por un autor consagrado y la segunda por uno novel, obtendrán respuestas de crítica y público muy distintas. La primera, en general, conseguirá un éxito notablemente mayor que la segunda.
Un autor debe estar preparado para el éxito. El éxito origina, irremediablemente, un aluvión de críticas malintencionadas por parte de los que no lo tienen. En el mundillo literario se da por hecho que el escritor de éxito ha obtenido su reconocimiento merced a cualquier cualidad que no sea su capacidad de contacto con la sensibilidad del lector. Se adjudicará su éxito a su físico, a sus excelentes relaciones con tal y cual editor o director de periódico o académico, a su claudicación ante los imperativos comerciales... Esta ecuación éxito = trampa, sin dejar de ser cierta en algunos casos, no es de ningún modo aplicable a todos. En cualquier caso, el escritor de éxito debe estar preparado ante lo que se avecina, y aferrarse más que nunca a aquello en lo que cree (su trabajo, sus ideas, sus seres queridos) intentando desoír el clamor de comentarios malintencionados que le rodeará.
FACTORES DETERMINANTES EN LA COMPRA
Son, por este orden: título y autor, precio, sinopsis, críticas o reseñas, colocación en el punto de venta, las buenas ventas del libro (el éxito se mide por l éxito…), y la estética del libro. (*)
FRACASO
La vocación de un autor se prueba en el fracaso. “La única respuesta posible, lo único que permite soportar la soledad, las dudas sobre tu propio trabajo, el desinterés ajeno, el esfuerzo incesante, es la vocación”, en palabras de Laura Freixas. Y esta, lo garantizo, es resistente a críticas negativas y a rechazos. Un autor que ansía publicar no es escritor. Lo es un escritor que ansía escribir; es más, que no puede evitar hacerlo.
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JOVEN
A los veintiséis años uno deja de ser considerado oficialmente joven. Ya no puede obtener descuentos en transportes, ni viajar en Interraíl, ni conseguir acceso gratuito a según qué sitios. A partir de los veinticinco años se supone que empieza a disminuir la capacidad sexual masculina. Las mujeres utilizan cremas antiarrugas y reforzantes desde los veintipocos. Pero para el escritor novel el tiempo se detendrá milagrosamente y podrá presumir de lozana juventud casi hasta los cuarenta. Aunque ya peine alguna que otra cana y se le vean las patas de gallo al sonreír, se le seguirá catalogando como escritor joven, y no habrá alusión a su persona publicada en un medio de comunicación que no vaya inevitablemente sucedida por una referencia a su juventud. Poetas como Rimbaud o Christina Rossetti publicaron a los dieciséis años; novelistas como Radiguet, Jane Austen o Ana María Matute escribieron su primera novela antes de los veinte. Y en general la mayoría de los autores y dramaturgos clásicos ya habían escrito gran parte de su obra antes de los treinta (y más les valía, si tenemos en cuenta que una vida que se extendiera más allá de los cuarenta y cinco dejó de considerarse un hecho excepcional en el siglo XX, y esto exclusivamente para el Primer Mundo). Sin embargo críticos y editores se empeñan en cuestionar que una persona a los treinta años haya adquirido la experiencia suficiente como para plasmada en una obra literaria. E incluso algunos dudan que un autor de veintiséis años posea el necesario conocimiento de la vida como para atreverse a hablar del amor, como se publicó a propósito de un premio Planeta. Resumiendo: que el crítico que olvida la historia de la literatura está condenado a... escribir tonterías.
LIBRERO
El señor que decide la vida comercial de un libro. Los editores, sabedores de cómo influye en la venta de un libro su colocación bien visible en un estante destacado del establecimiento de venta, negocian con los libreros esta ventaja a cambio de un descenso en los márgenes de distribución de su producto. Este tipo de acuerdos beneficia claramente a las grandes superficies y a las grandes editoriales. Un libro publicado en una pequeña editorial posee escasas ―por no decir inexistentes― posibilidades de acceder al gran público, en primer lugar debido a la escasa distribución en librerías que una pequeña editorial puede garantizar; y en segundo, a la colocación secundaria que inevitablemente se le destinará a su libro en las pocas librerías a las que consiga llegar. El comprador de libros suele actuar por impulso. Compra el libro que ve; y en el hipotético caso de que acuda a la librería con la intención de adquirir un libro determinado, cejará en el intento si no lo encuentra allí; y regresará a su hogar, en un 95% por ciento de los casos, después de haber adquirido otro título que sí encontró en el establecimiento.
LISTAS DE VENTAS
Las listas de ventas de libros publicadas en los suplementos culturales de los diarios de difusión nacional se confeccionan a partir de datos proporcionados por cuatro grandes superficies de la capital. Esto implica que las listas de ventas no tienen ningún valor real, sino indicativo, puesto que, obviamente, los libros que se venden en Madrid no son los mismos que se venden en Barcelona, en Bilbao o en Santiago, y así se ningunean de plano grandes cifras de venta conseguidas por autores cuyo ámbito de influencia sea local. Por otra parte, resulta muy curioso comprobar que en numerosas ocasiones las listas publicadas por los tres suplementos culturales de este país ―Babelia, El Cultural y La Esfera― diferían en su contenido, a pesar de que citaban a idénticas fuentes de información; lo que lógicamente nos llevaba a dudar de la fiabilidad de dichas listas. Desaparecida La Esfera y la lista de Babelia, solo queda la lista de El Cultural como poca fiable referencia.
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Un autor joven se ve sometido inevitablemente al siguiente dilema: ¿debe someterse a entrevistas en los medios de comunicación, que siempre ofrecerán una imagen distorsionada de su persona (pues dicha imagen se confeccionará a partir de un cuidadoso extracto de selección y montaje de sus palabras para adaptarse a la idea del escritor joven que el medio de comunicación en cuestión desea ofrecer a su público), o debe negarse a aparecer en medios de comunicación y suicidarse comercialmente (porque sin promoción no hay ventas, y sin éstas se anula la publicación de una segunda obra, y por tanto la continuidad de un proyecto literario)?
PORCENTAJE DE LECTORES EN LA POBLACIÓN
Un 50% de los españoles leen. Entre este 50% un 54% son hombres y un 46% son mujeres. España es el único país europeo en el que los hombres leen más que las mujeres. Esto se explica por la elevada tasa de analfabetismo funcional entre mujeres mayores. Pero entre los menores de 30 años, las mujeres leen más que los hombres. En todos los países europeos compran más libros las mujeres que los hombres, excepto en España. El índice más alto de lectura corresponde a los menores de 30 años. El 74% de los españoles menores de 30 años lee al menos un libro al año. Solo el 35% de los de 45 a 59 años y el 23% de los mayores de 60 pueden presumir de lo mismo.
Aunque nuestro porcentaje de lectura sea pequeño en comparación al de otros países europeos, los lectores españoles son los segundos más activos de Europa, después de los holandeses, y dedican nada menos que 79 minutos diarios de su tiempo a la lectura, casi media hora más que los alemanes. (*) La parte del tiempo libre que las mujeres dedican a leer libros, según Enrique Gil Calvo, supera en un 20% a la de los hombres.
PORTADA
Como bien saben los editores, la estética de un ejemplar tiene especial interés para españoles, franceses e italianos. La afirmación “me gustan los libros bellos” figuraba en ambos países entre las cinco primeras respuestas a la pregunta “¿qué le impulsa a comprar un libro?”. (*) Esta es la razón por la que el editor vetará en numerosas ocasiones la portada propuesta por el autor, por no considerarla suficientemente comercial.
PRECIO
España es uno de los países de Europa en el que más caros son los libros, por ser uno de los de menor índice de lectura. Causa y consecuencia: Cuantos menos libros se vendan, más cara resultará su publicación. Por otra parte, mientras más caro sea el libro, menos se venderá. Y así hasta el infinito.
PREMIO
Se acepta comúnmente que casi todos los premios literarios ―por no decir todos― que conllevan una importante dotación económica están pactados, hasta el punto de que se ha convertido en una de las mayores obsesiones de algunos columnistas la de intentar averiguar la identidad del ganador semanas antes que el premio se falle. Una parte del mundo de las letras, la más fundamentalista, denosta esta práctica por creer que atenta contra la pureza del quehacer literario; mientras que otra considera que los premios millonarios contribuyen a acercar la literatura al gran público. Un joven autor con dos dedos de frente no debería perder su tiempo presentándose a según qué certámenes literarios, a no ser que su agente se lo recomiende encarecidamente, que sus razones tendrá.
PROMOCIÓN
Estadísticamente, los húngaros y los españoles somos los que concedemos mayor importancia a la publicidad en radio y televisión a la hora de comprar un libro. En todos los países crítica, reseñas y apariciones en prensa se citan por los compradores como factores determinantes en la compra. (*) Un joven autor debe tener en cuenta que no aparecer en los medios de comunicación equivale a no existir, comercialmente hablando.
QUIÉN ES QUIÉN EN LA LITERATURA ESPAÑOLA
Se considera autor superventas en España a aquel que haya superado la barrera del cuarto de millón de ejemplares vendidos. Los autores más vendidos son Corín Tellado y Alberto Vázquez Figueroa. El autor más vendido de entre los que cuentan con cierto respeto crítico es Antonio Gala, si nos referimos a obra general. Si nos referimos a aquel que más ejemplares por título vende en los últimos cinco años, hablaríamos de Miguel Delibes o Arturo Pérez Reverte. Le siguen de cerca Antonio Muñoz Molina, Terenci Moix y Almudena Grandes (que superó el millón de ejemplares con Las edades de Lulú). Entre los cincuenta y cien mil ejemplares se sitúan autores como Rosa Montero, Bernardo Atxaga, Carmen Martín Gaite, Eduardo Mendoza, Torcuato Luca de Tena, et moi même. (**)
Una primera novela que supere los 20 000 ejemplares se considera un fenómeno sociológico (privilegio que le corresponde a servidora). José Ángel Mañas, con Historias del Kronen, y Pedro Maestre, con Matando dinosaurios con tirachinas, superaron los setenta mil gracias al premio Nadal. El otro superventas entre los escritores menores de 30 años es Ray Loriga que vendió 20 000 ejemplares de su segunda novela, Héroes. (**)
Las cifras de venta son aproximadas. Las editoriales y las listas de ventas tienden a falsear las cifras reales.
SUPLEMENTOS LITERARIOS
Se da por sentado que la opinión de los críticos literarios del diario El País será benévola a la hora de reseñar obras de las editoriales Alfaguara, Anaya, Taurus, Santillana, etc..., y que la sección de cultura de El Mundo inclinará su balanza a favor de las obras literarias escritas por los colaboradores del diario en el que trabajan. En cuanto a El Cultural, se ha hecho acreedor de cierta aura de imparcialidad y rigor, pero también de fama de vetusto y de excesivamente conservador.
TEMAS
La novela policíaca y el libro de viajes son los géneros literarios preferidos en casi toda Europa. Las personas con estudios superiores se inclinan por la novela histórica, el ensayo, los clásicos y las biografías. Las novelas de amor y las biografías ocupan los primeros puestos de la lista de preferencias de todos los encuestados. (*)
TRADICIÓN
Lo que no es tradición es plagio, reza el aforismo. Un escritor que se limite a leer a sus contemporáneos limita su visión del mundo y sus perspectivas estilísticas. Demasiados escritores españoles buscan su tradición en fuentes ajenas antes que en las propias. La historia de nuestra literatura española más reciente ha sufrido una falsificación que nos ha escamoteado la apreciación real de la generación literaria de nuestros padres, lo que ha llevado a demasiados escritores jóvenes españoles a rechazar una obra que a veces ni siquiera conocen. Una exclusividad de modelos extranjeros conlleva los inevitables neologismos estilísticos y una distorsión de la realidad. Si algunos hicieran un esfuerzo de investigación, probablemente descubrirían que Aldecoa es mejor cuentista que Carver.
VIDA DEL LIBRO
Un libro desaparece de las librerías en cuanto deja de vender y, a no ser que se trate de un clásico, se descatalogará rápidamente. La vida del libro suele tener una duración directamente proporcional a la del volumen de ventas de la editorial en que se publicó y de las del propio libro.
X
La incógnita. Factor que determina la venta masiva de títulos que salieron a la calle sin particular esperanza de éxito ni esfuerzo promocional por parte del editor, o el fracaso de títulos que salieron al mercado en las condiciones exactamente contrarias.
Y
Yo, yo y nada más que yo. Una de las marcas más significativas a la hora de identificar en una reunión al escritor de éxito: su inevitable egocentrismo.
(*) Encuesta de índices comparativos de hábitos de lectura
Bertelsmann Buch Ag. 1994.
(**) FNAC España, departamento de libros.
Tomado del volumen La Eva futura: cómo seremos las mujeres en el XXI y en qué mundo nos tocará virir; La letra futura: el dedo en la llaga, cuestiones sobre arte, literatura, creación y crítica. Editorial Destino, Barcelona, 2000.
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