Hace unas semanas, una profesora de español de un instituto de París, de nombre Bénédicte, se puso en contacto conmigo vía mail para preguntarme si me importaría responder a las preguntas de sus estudiantes. Al parecer habían leído y comentado en clase mi relato "Siete minutos", y querían saber más... Así que me animé y respondí a a las preguntas de los chicas y chicos del Lycée Evariste Galois de Sartrouville. Lo anecdótico es que estos estudiantes de español al preguntar pusieron más interés en lo personal que en lo literario. Al final resultó una de esas entrevistas donde el entrevistado da mayor relevancia a lo que calla que a lo que dice.
Lo que más me llama la atención es la curiosidad que hay siempre en torno a la vida personal. Pero esto no es cosa solo de adolescentes. El otro día estuve en una presentación de la feria del libro en Cáceres y un grupo de jubilados/as, perteneciente a un club de lectura, fusilaron al autor con preguntas del tipo: ¿Cómo cocina tu madre el pulpo? ¿Cuál es la receta de la caldereta con almejas? ¿Cuántos hijos tienes?... Vamos, todo relacionado con la literatura. Jajajaja.
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