–¡Vuelvo
en un momento!
Cuando mi
madre cierra la puerta, yo pongo la película.
En la
pantalla, mamá se tornea las caderas con las manos y se pasa la lengua por los
labios, golosa, frente a una erección descomunal.
Chencho,
mi invitado de turno, se lleva la mano a la bragueta. Yo finjo que no me
importa.
Ella
ignora que es la artífice de mi creciente popularidad; la esgrime como
argumento incontestable de mis progresos ante quienes antes me tachaban de
insociable y ahora, abochornados, vuelven la cabeza cuando ella rebate su diagnóstico
con cándida ingenuidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
narrativabreve.com agradece tus comentarios.
Nota: el administrador de este blog revisará cada comentario antes de publicarlo para confirmar que no se trata de spam o de publicidad encubierta. Cualquier lector tiene derecho a opinar en libertad, pero narrativabreve.com no publicará comentarios que incluyan insultos.