En los talleres literarios suelo recibir textos que incluyen -por azar- diálogos sangrados con viñetas. Ningún editor que sepa lo que se trae entre manos permite este tipo de molestos sangrados en sus publicaciones. Así que lo primero que debemos saber es que las viñetas no se usan (de manera consciente) para escribir diálogos. Todo lo contrario: hay que huir de ellas como de la peste. Las viñetas y las numeraciones de Word sirven para enumerar o sugerir listados. Pero nosotros, como autores de ficción, no las necesitamos en absoluto.
En la siguiente captura puede verse un fragmento de un diálogo que acabo de inventar. El primero está sangrado (desangrado, diría yo) con las dichosas viñetas. El segundo, una vez desactivadas, representa el modo correcto. Daos cuenta de que en el primer caso los pies de diálogo no arrancan después del guión: este, para nuestra desazón, se queda muy atrás. Eso es lo que hay que evitar: que Word se tome tantas libertades con nuestros escritos.
Las viñetas se eliminan desactivando uno de los botones que están en la parte superior del procesador de textos. Se trata de ese icono que tiene tres puntos a la izquierda seguidos, cada uno de ellos, de una raya.
Otra forma de desactivar las viñetas es ir a Formato/Enumeración y viñetas y elegir Ninguno.
Imagen con un tipo de Viñetas seleccionado. Cuando llegues aquí, selecciona Ninguno. |
Y, para mayor seguridad, es aconsejable ir a Herramientas/Opciones de autocorrección/Autoformato mientras escribe/Aplicar mientras escribe y desactivar dos comandos: "Listas automáticas con viñetas" y "Listas automáticas con número".
Si quieres desactivar las viñetas, configura Word como en esta pantalla. |
Después de estos cambios, el Word debería dejarte escribir diálogos sin interferencias sangrantes.
Nota: narrativabreve.com es un blog sin ánimo de lucro que trabaja como redifusor de textos literarios, y en señal de buena voluntad indica siempre -que es posible- la fuente de los textos y las imágenes publicados. En cualquier caso, si algún autor o editor quisiera renunciar a la difusión de textos suyos que han sido publicados en este blog, no tiene más que comunicarlo en la siguiente direción: info@narrativabreve.com).
¡Cuánto nos enseñas, Fran! Y qué claras tus explicaciones. Eso es lo que distingue un buen profesor de uno que no lo es. Gracias por tu buen hacer.
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