Este es uno de esos artículos circulares, donde una cosa lleva a la otra y a cierta altura nos es imposible no pensar como propia cada palabra. Yo también temo a ciertos reencuentros, más que nada a la idea del reecuentro. Una vez en la vorágine todo tiende a ser menos dramático. Lo que asusta es, sobre todo, esa cosquilla de no saber con qué recuerdos nos vamos a encontrar. Supongo. Un abrazo.
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Este es uno de esos artículos circulares, donde una cosa lleva a la otra y a cierta altura nos es imposible no pensar como propia cada palabra. Yo también temo a ciertos reencuentros, más que nada a la idea del reecuentro. Una vez en la vorágine todo tiende a ser menos dramático. Lo que asusta es, sobre todo, esa cosquilla de no saber con qué recuerdos nos vamos a encontrar. Supongo.
ResponderEliminarUn abrazo.