Helena o el mar del verano, de Julián Ayesta (El Alcantilado, 2000) |
“Espantada porque su hija leía novela tras novela del nocivo Federico Moccia, me pidió una recomendación. Le apunté, entre otros libros, Helena o el mar del verano de Julián Ayesta, [el libro al que pertenece el relato seleccionado] deliciosa novelita espléndida. A la semana me dijo cuánto le había gustado la novela a ella, pero no a su hija: “Claro, como no ha conocido aquellos veraneos eternos con los primos…” Deduje que a la niña tampoco se le podrá recomendar la Iliada porque no ha conocido aquellas expediciones de los aqueos, ni el Quijote, porque no ha dormido nunca en una venta manchega, ni La isla del tesoro porque no tiene un loro ni una pata de palo... A veces hasta los padres más listos se tragan —será el amor, que es ciego— las más idiotas ideas de sus hijos.”
Después de leer "Tarde y crepúsculo" y el comentario de Miguel Díez, seguí su recomendación y leí boquiaberto y deslumbrado "Helena o el mar del verano". ¡Qué descubrimiento! En medio del chato realismo social de aquellos años, es un pequeño milagro esta joya lírico-narrativa, una personal, original y bella indagación sobre el territorio siempre sorprendente de la infancia y la adolescencia. Lanzaré su recomendación a los cuatro vientos.
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