Mi prisionero, de Hermel Orozco. Fuente de la imagen |
"La cohabitación de Internet en nuestros hogares ha supuesto un filón para esas personas que necesitan insuflar una dosis diaria de miedo en sus vidas. Los adictos al miedo no tienen más que abrir el correo electrónico cada mañana para recibir ominosas advertencias que les concedan otra jornada más condenada al sobresalto".Leer artículo "Adictos al miedo".
Francisco me ha encantado lo que has escrito sobre el miedo provocado por los mass-media: Me gusta tu blog. Lo he recomendado a otros compañeros. Enhorabuena por el trabajo que haces.
ResponderEliminarUn abrazote desde Badajoz.
Tino
Gracias, Tino.
ResponderEliminar¡Mucha buena gente por Badajoz!
:-)