María Zaragoza analiza en este artículo la querencia de ciertos autores (o "aspirantes a") a cierta estética autodestructiva, esa que favorece que la persona llegue a ser suplantada por la máscara. Cita a escritores y músicos "transformistas" como Rimbaud, Bukowski, Gainsbourg, David Bowie...
En cuanto a Bukowski, estoy en desacuerdo con la autora. No es cierto que creara una máscara que acabó por confundirse con su persona. Bukowski -a tener en cuenta sus propias confesiones literarias- fue un ser marginal desde siempre. Empezó a beber siendo casi un niño, y durante diez años dejó de escribir pero no de beber. En su caso no entiendo que se diese la búsqueda de una máscara que velase la persona.