viernes, 31 de mayo de 2013

Relato corto de Purificación Claver: El salto

Salto al vacío. Fuente de la imagen en Internet


El SALTO
Purificación Claver García

Acabo de llegar a casa después de tu sepelio. Desde la terraza de este décimo  piso, adivino las magníficas vistas que se contemplan desde aquí. ¡Claro, también tiene sus inconvenientes para una persona como tú! Recuerdo cuando, lleno de ira te lanzaste al vacío por una simpleza, una maldita mosca fue el motivo, así que cuando la vi  posada en tu calva, no resistí la tentación  de aniquilarla y la aplasté con el cenicero. Te pusiste furioso conmigo, en vez de agradecer que te librara de aquel insecto repugnante, exclamaste que no soportabas tu vida junto a mí; te lanzaste al vacío sin pensarlo, la suerte te acompañó y un toldo amortiguó tu caída. ¡Qué recuerdos!  Tus brazos rotos,  aquella luxación en la pierna, la nariz rota. Tenías más vendajes que una momia, sin embargo saliste de aquel accidente.
Cuando vivíamos en Argüelles también lo intentaste, menos mal que fue desde un primero y solo te lesionaste una pierna, después fue  en la terraza de  mi madre, esta vez solo un chichón “ella” no  iba a darte la razón en aquella discusión !menuda es.
De recién casados, te lanzabas desde la ventana de un piso bajo, que alquilamos cerca de la playa, estabas más tiempo en el patio que dentro de casa.
Desde luego  hemos hecho  buenas  amistades en el hospital “Éramos como de la familia”.
Esta vez  no has tenido suerte, o sí según se mire, tu gran pasión (el fútbol) ha sido el desencadenante.  Decidimos ver el partido en el bar de Curro ¡en qué hora se nos ocurrió!  Aquel fanático del equipo ganador se enzarzó  contigo, te atosigó  tanto que perdiste los nervios como siempre intenté tranquilizarte sin conseguirlo.
Observé cómo te dirigías a la ventana del baño, te seguí, advirtiéndote de  que estabas en un piso bajo y no ibas a conseguir tu sueño, desoíste mi consejo y saltaste…
Un estúpido pivote  metálico te estaba esperando, ahí se acabaron tus delirios de suicida y tus saltos.
Todos me han dado el pésame con palabras consoladoras, el personal de traumatología del hospital no ha faltado a tu ceremonia. ¡Qué se le va hacer! ¡Por fin lo consiguió! comentaban acongojados. Mientras yo, entre lágrimas solo acertaba a contestar: Es verdad aún no me lo creo…

  
Purificación Claver es autora del libro de relatos Partir de cero (Rumor Visual, 2012)

1 comentario:

  1. Las moscas son desesperantes pero que te den con un cenicero no se queda corto jeje.
    un saludo,
    Romek

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