domingo, 31 de julio de 2011

El libro de papel le planta cara al ebook



Libros en papel frente a las nuevas tecnologías. Fuente de la imagen


El debate sobre el estado del libro cambia a cada día que pasa. Las noticias que nos llegan son confrontadas. Hemos llegado a pensar que el libro tradicional, el de papel, va a desaparecer de un momento a otro aplastado por la invasión del ebook. Pero parece que no es tan fácil borrarlo del panorama (de lo cual me alegro). En un curso sobre edición realizado el día 7 de julio, el director de la Federación del Gremio de Editores, Antonio María Ávila (que algo sabrá sobre el tema), dijo que el libro de papel no va a desaparecer. Y por lo leído en esta nota de El Mundo, que amplía la información, parece que todavía le queda mucha guerra que dar.


'Se está perdiendo dinero con la venta de ebook'

El libro, tal como lo conocemos, no va a desaparecer tan fácilmente. La industria editorial está atravesando una crisis y tiene abundantes problemas, pero si sabe adaptarse a los cambios y los nuevos exigencias, se podrá salir con buenos resultados de estos desafíos. Por de pronto, el ebook no supone ninguna amenaza para el libro tradicional, sino todo lo contrario. “No estamos en la disyuntiva de libro electrónico o de papel, ya que los dos se complementan y se potencian. Va a ser una ampliación del negocio, no una reducción del libro de papel”.
Así lo comentó ayer el director de la Federación del Gremio de Editores, Antonio María Ávila, en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander, en un curso sobre la edición, dirigido por Ofelia Grande, quien insistió: “El libro de papel no va a desaparecer”.
Este curso fue inaugurado por Alfredo Pérez Rubalcaba, vicepresidente de Gobierno, un voraz lector de novelas negras, que dijo que para salir de la crisis la exportación será uno de las vías, y el sector del libro español ha sido, y seguirá siendo, tradicionalmente exportador. De todos modos, la edición española vive unos momentos de confusión y de dudas, de la búsqueda de un nuevo camino, tal como lo refleja el título del encuentro: La edición en España, ¿un mundo feliz? o ¿la guerra de los mundos?. Ofelia Grande no quiso decidirse por ninguna de esas dos alternativas, y apuntó: “Más que problemas, lo que tenemos son retos que nos obligan a cambiar nuestro modelo de negocio, un sector que hasta ahora ha funcionado solo”.
El mayor reto es el libro electrónico y su integración en la industria editorial española, algo que los propios editores están acometiendo, pero se enfrentan con dificultades, como la elevada fiscalidad (un 18 por ciento de IVA en lugar del 4 del libro tradicional), los altos costes de los lectores de ebook y la escasa implantación en la población. “En España existen 200.000 aparatos, mientras que en Estados Unidos, 30 millones; pero además, las descargas de libros aquí son mínimas: un libro de cada diez aparatos”, señaló Ofelia Grande, quien apuntó que en España se dispone ya de un catálogo de 27.000 títulos digitalizados.
No obstante, lo más urgente es abaratar costes. “La facturación por venta de libros electrónicos no cubre ni la inversión. Se está perdiendo dinero con la venta de ebook”, recordó Antonio María Ávila, quien añadió que la implantación de este soporte no va a significar la desaparición de los distribuidores, “simplemente habrán de reconvertirse y de hecho, ya lo están haciendo”.
Entre los problemas que tiene hoy la industria del libro, se apuntaron los excesos de devoluciones (lo que obliga a un alto ritmo de edición), la lentitud en la implantación de las bibliotecas de aula en los colegios y la falta de adquisición de libros por parte de las bibliotecas públicas. “En tiempos de crisis, los ciudadanos acuden más a las bibliotecas”, señaló el director de la Federación del Gremio de Editores, quien recordó que algunas medidas meramente políticas, como los textos escolares distintos para las 17 comunidades autónomas o la gratuidad de estos libros están estrangulando al sector. “No se puede hablar de enseñanza gratuita porque siempre hay alguien que lo acaba pagando”.


Fuente de la información: El Mundo, 8/07/2011
¿Necesitas un corrector de estilo? 
Escribe a ciconia1@gmail.com y pide presupuesto sin compromiso. 

Nota: narrativabreve.com es un blog sin ánimo de lucro que trabaja como redifusor de textos literarios, y en señal de buena voluntad indica siempre -que es posible- la fuente de los textos y las imágenes publicados. En cualquier caso, si algún autor o editor quisiera renunciar a la difusión de textos suyos que han sido publicados en este blog, no tiene más que comunicarlo en la siguiente direción: ciconia1@gmail.com

3 comentarios:

  1. Sí, el libro en papel le planta cara al libro electrónico... pero por poco tiempo. Estoy convencido de que, tarde o temprano, el libro en papel desaparecerá del mapa, como lo han hecho y lo están haciendo otros formatos.
    Evidentemente, soy un ferviente defensor del libro electrónico, pero no por lo que dicen algunos de que así la selva amazónica lo agradecerá ni por chorradas por el estilo, sino porque, con la desaparición del libro en papel desaparecerá también la tiranía del editor. En el momento en que la gente se acostumbre a leer libros electrónicos, y en vez de libros en papel para decorar estanterías se compren figuritas u otras cosas (se lee bastante menos de lo que se compra), adiós al negocio que tienen montado las editoriales con la connivencia de cuatro escritores muy conocidos. El libro electrónico significa también piratería, claro, pero no creo que a autores a los que las editoriales pagan una miseria, o a los que incluso no pagan, les vaya a importar mucho que los pirateen. A mí, por ejemplo, lo que de verdad me molesta es que me plagien; piratear, que me pirateen lo que les salga de las narices. Los libros en papel no deberían usarse ya ni en los colegios, pero ¡cualquiera es el guapo que les quita a las editoriales el caramelo que tienen a comienzos de cada curso! De todas formas, todo llegará: el mundo va muy deprisa.

    ResponderEliminar
  2. José Antonio, no acabo de entender tu razonamiento. Más allá de una exacerbada -y en mi opinión injustificada- fobia a los editores, y una vez expuesto sobre la mesa el más que probable factor de la piratería, ¿qué ventaja hay en que desaparezcan los libros de papel? ¿En qué beneficia eso al "autor medio"? ¿Por qué tendrían que renunciar los estudiantes, como sugieres, a disfrutar de libros en papel?
    Yo no tengo por qué defender a los editores: ni soy editor ni soy uno de esos cuatro o cinco escritores mimados que citas, pero de ahí a convertirlos en el demonio hay mucho terreno. Un editor, te guste o no, es un filtro (de calidad, de intereses comerciales, de lo que sea). Suprimir por completo ese filtro no solucionaría nada, como no solucionaría nada suprimir por completo los libros de papel. Si quieres sortear a los editores, ya puedes hacerlo. No hace falta asesinar a la imprenta de Gutenberg. Hay muchas opciones... Pero hacer la guerra contra los molinos de viento no es una guerra que tenga mucho interés).
    Y, además, cuando desaparezcan los editores -si eso ocurriera alguna vez-, ¿a quién ibas a echar las culpas de todo? ¿Y acaso las personas que publican ebooks no son también editores?
    :-)
    Saludos sin acritud.

    ResponderEliminar
  3. Para mí todo es bastante sencillo: los tiempos han cambiado, el papel representa un formato desde mi punto de vista poco útil. Un lector de libros electrónicos te permite llevar encima una biblioteca entera en poco más de 200 gramos y ocupa el mismo espacio que un solo libro, o incluso menos. La industria del libro tarde o temprano tendrá que acomodarse a los nuevos tiempos. El libro en papel tuvo su momento, ahora tendrá que dejar paso a otras tecnologías. La verdad es que al libro en papel no solo no le veo ningún futuro, sino tampoco ninguna utilidad. En un pdf (o en otros formatos) puedes hacer búsquedas; en un libro en papel... Un pdf no te deja las manos negras de tinta, no se deshoja, no se estropea por la humedad, se puede compartir con mil personas a la vez, se puede copiar indefinidamente. El papel me parece un atraso, muy bonito para figurar en museos (entiéndase bibliotecas), pero nada práctico.
    Sobre los editores... pues sí, me alegraría mucho que ese gremio desapareciera. El lector es suficientemente inteligente (y si no, peor para él) como para discernir dónde está la calidad y dónde no. A mí, personalmente, me parece una figura prescindible.

    Saludos.

    ResponderEliminar

narrativabreve.com agradece tus comentarios.

Nota: el administrador de este blog revisará cada comentario antes de publicarlo para confirmar que no se trata de spam o de publicidad encubierta. Cualquier lector tiene derecho a opinar en libertad, pero narrativabreve.com no publicará comentarios que incluyan insultos.